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Uno de los motivos más comunes de consulta en psicología tiene que ver con que los padres se quejan de que sus hijos no les obedecen y que pareciera que son los pequeños los que mandan en la casa. Desafortunadamente este patrón de conducta desadaptativa se ha vuelto común hoy en día, lo cual se debe en gran medida a la falta de límites y reglas desde los primeros meses de vida en el hogar.

Sin caer en el error de pensar que hay que retornar a las ortodoxas prácticas de crianza de la antigüedad en donde primaban el maltrato físico y el miedo hacia los padres se debe, incluso desde antes del nacimiento, abrir un espacio de diálogo entre los padres en el cual se acuerden cuáles serán las normas mínimas de comportamiento que se le han de exigir a los niños

También es muy importante que ambos padres tengan claras esas normas y que las hagan respetar en toda ocasión y de manera coordinada, es decir, que ambos padres apliquen siempre la norma sin contradecirse el uno al otro. Si en alguna circunstancia uno de los padres aplica un correctivo o castigo por incumplimiento de la norma y el otro no está de acuerdo, no se debe hacer visible este desacuerdo delante del niño. El padre o la madre que no se encuentra conforme debe llamar aparte a quien aplicó el correctivo y expresarle de manera clamada el porqué de su desacuerdo, con argumentos de peso. En caso de encontrar que el castigo debe modificarse, será el padre que lo aplicó en un principio el responsable de cambiarlo o suspenderlo, nunca quien estaba en desacuerdo porque esto inevitablemente terminará por entregarle al menor la idea de que se está desautorizando al otro.

No se puede confundir el cambio en las costumbres de crianza que en el pasado rayaban con la violencia intrafamiliar, con el descuido de los límites y normas, ya que se cae en el error de convertirse en figuras de sumisión y de permisividad, en detrimento de la imagen de autoridad y guía que deben reflejar los padres.

Los límites y normas son esenciales para la construcción de sociedad y nuestra principal misión como padres consiste en formar integralmente personas de bien para la sociedad.

Mg. Alejandro Londoño Valencia, Ps.

Fuente: http://www.chaval.es

1. Control del tiempo total de navegación del menor, con una ubicación para el ordenador utilizado que quede siempre a la vista de los tutores.


2. Comunicación compartida de la experiencia web, animando al niño a informar sobre todo aquello que le resulte molesto o extraño.


3. Respeto por el resto de usuarios, manteniendo un buen comportamiento cívico sin ampararse en la comunicación a distancia.


4. Confidencialidad y protección de la identidad, para no proporcionar en ningún caso datos personales tales como la edad. La dirección o el numero de teléfono a través de internet.


5. Alerta sobre falsas identidades, para que los niños no quieran conocer en persona a usuarios quienes puedan no ser quienes aparentan en el ciberespacio.


6. Prohibición de las descargas ilegales, con el fin de incentivar el respeto ante los derechos de la propiedad intelectual.


7. Compaginar la visita a la web con otras opciones de ocio, para disfrutar de otras actividades igualmente satisfactorias para el desarrollo infantil y juvenil.


8. Supervisión de las direcciones visitadas, a través del historial de navegación o de programas especializados.


9. Instalar un control parental fiable, que restrinja una parte de las paginas disponibles en el internet y aporte el necesario grado de seguridad.


10. Avisar ante cualquier indicio de actividad ilegal a organismos policiales especializados.